Labyrinthe privé, merveille du monde.

sábado, 22 de enero de 2011

Risa.

En la palestra de desconocidos, buscó a su lado el calor.
Y simulando mojarle el oído, le besó el cuello y le dijo:
Me gustás tanto, quisiera aprenderme tu nombre... me gustás tanto que, no sé por dónde voy.
Me le acerqué, suspicaz, y le tendí un anzuelo:
Vamos a fumar un porro ahí !
Me gusta verte reír. Me gusta tanto tu coqueteo.
Me gusta verte reír. Me gusta tanto tu coqueteo.
Tengo una idea, no me hables de tí, y mucho menos de tu pasado.
Algo en tus labios color carmín, sugiere que vayamos al grano.
Me gustás tanto, quisiera aprenderme tu nombre.
Me gustás tanto que, no sé por dónde voy.
(me gusta verte reír)
Me gustás tanto, quisiera aprenderme tu nombre.
(me gusta tanto tu coqueteo)
Oh la alegría llegó, la alegría llegó, y sé que no dura para siempre.
Oh la alegría llegó, la alegría llegó, y sé que no dura para siempre.
Me gustás tanto, me gustás tanto que, me gustás tanto.

[ Me gusta verte reír. ]

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