Me subía al colectivo, con ansias, espera, nervios, emoción.
Sufría el viaje, pensaba en todo lo que tenía para decirte.
Mi cabeza daba vueltas cuando caminaba las últimas cuadras, emocionada, queriendo correrlas.
Sentía emoción de tan sólo pensar en verte ahí, esperándome.
Me preguntaba si me veía bien, si te iba a gustar.
(No iba a admitírtelo, pero había pasado horas pensando en qué ponerme, en cómo peinarme, y en si debería ponerme pintalabios y correr el riesgo de mancharte toda la cara.)
Y sin embargo, cuando dí vuelta al escuchar tu voz llamándome, el mundo se detuvo.
Y lo único que pude hacer, fue tomar carrera, y despegar hacia tus brazos.

[ Y cuando te ví, cuando te sostuve, todo valió la pena ! ]
No hay comentarios:
Publicar un comentario