Labyrinthe privé, merveille du monde.

domingo, 10 de octubre de 2010

Siempre hay un roto que me roba al descosido.

Ingenuidad, cegera. Esas son las palabras que te describen ahora.
Pureza, altruismo, solidaridad. Esas eran las que te describían antes.
Ahora, qué sos?
Una cornucopia, de la única persona que todavía se mantiene a tu lado.
Qué pasó con todas las demás?
Ustedes, vos, que le dejaste, y él por su parte, ambos, se encargaron de ahuyentarlas.
Vos, con indiferencia. Él, con manipulaciones, engaños.
Y qué querés que le haga?
Vivís engañada.
Creés que lo tenés todo.
Algún día no muy lejano, no vas a tener NADA.
Yo soy felíz, yo puedo vivir, sin depender de alguien que a mis espaldas, me engaña.
Alguien que vivo tratando de convencerme que es algo que, obviamente, no es.
Alguien que no me ama, alguien que a mis espaldas, es otra persona.
Y cuando eso pase, cuando realmente, te des cuenta de lo que tuviste a tu lado todo este tiempo,
de lo que arrastraste y defendiste con tu vida, sacrificando por eso a otras personas,
que ahora extrañás, necesitás, y no están, por tus maltratos, ahí, a quién le vas a llorar?
Porque, aceptémoslo, vas a estar SOLA.
Y la verdad, te lo buscaste.
Y no, acá no hay víctimas, en lo absoluto.
Acá, hay personas.
Personas que se equivocan. Personas que se ciegan. Personas que se resignan. Personas que son MIERDA. Personas que se quedan con mucho que decir. Personas que no tienen nada que decir.
Es tú turno, contáme, qué mentiras te dice él?
Cuál es su punto de vista?
Más bien, cuál es el punto de vista que te hace creer que tenés ?

Debo admitir, a veces te extraño. Te extraño tanto que lloro. ( como si te importara.) Te extraño tanto, que desearía volver al pasado, tan sólo para poder cambiar las cosas. Nunca te desearía infelicidad. Ni siquiera ahora, que vos pensás que yo soy la infelíz. Me quedé con rencor? . Quisiera que vuelvas? No. No quiero que vuelvas como sos ahora. Te quería antes. Eras sincera, eras amorosa. Te amaba antes. Eras quizá, más miedosa, sufrías. Pero yo quería ayudarte. Yo de verdad pensé que podía. Pero no, yo no era lo suficientemente mala persona para vos. Vos lo necesitabas a él. Pero él nunca te necesitó, nunca te necesita, y nunca te va a necesitar a vos.

Y yo, a veces, todavía te necesito.




(Los viejos tiempos.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario