Labyrinthe privé, merveille du monde.

viernes, 15 de octubre de 2010

Mi caramelo de propóleo.

Nunca te esperaba, llegaste solo.
Me encontré una mañana en el kiosko.
No me dolía la garganta.
Y sin embargo, quería un caramelo como vos.
No cualquier caramelo, uno de propóleo.
Al principio dudaba, sabía que quería probarte, pero, ¿ me iba a gustar el sabor de tu propóleo ?
Y te me vendiste solo.
Con ese envoltorio tan bonito !
Cómo no comerte !
Y eras, eras el caramelo más rico.
Y sos todavía, mi dulce preferido.
No necesito ingerir nada que no sea mi caramelo de propóleo.
Y ahora, cuando me duele la garganta, lo único que me llama, es ese envoltorio.
Todavía, todavía te necesito.
Cómo no hacerlo !
Si sos, sos mi cura.
Para el dolor, el dolor de garganta, y el dolor de corazón.
Y solamente yo, yo sé cuál es tu sabor.
Honey, honey, dulce es la miel, ese es tu sabor.
Y lo atesoro.
Mi caramelo.
Mi caramelo de propóleo.




No dejés de escribirme por favor, porque me hacés falta. Como el propóleo de un caramelo, cada madrugada. No dejés de escribirme por favor . Mis ojos arden hoy por el Sol, pero brilla mi corazón. Como mi garganta, comiendo caramelos de propóleo, cada madrugada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario