Labyrinthe privé, merveille du monde.

martes, 9 de agosto de 2011

Pastillitas del olvido.




Es así como termina todo?



No sé, por algún motivo, creí que tendría un final de película,

es más, no creí que tuviera un final.


Desde conocerte, hasta hoy, nunca se me cruzó por la mente,

que un día te ibas a ir.


Pero sí, era obvio.


Perdón por nunca haberte cuidado bien.

Perdón por no haber sabido aceptarte como eras.

Perdón por nunca haberte dicho lo mucho que te quería.

Perdón por ser tan estúpida, y dejar que me gane el orgullo.


Ahora estás haciendo cosas que te hacen bien, y sí, una de ellas, es despedirte de mí.

Duele saber que para vos, nunca formé algo coherente en tu vida.

Nunca fui una parte importante, una pieza clave.

Era solamente algo dañino, que ahora depurás.


Duele saber que me lo merezco, y bastante.

Y hay tantas preguntas que te quiero hacer, y me da a la vez,

un miedo terrible el escuchar las respuestas.

Daría muchas cosas, por un ' te amo ' tuyo.

Y creéme, siempre que lo escuché, todo valía la pena.






[ En una esquina de mi barrio hay una tienda, que vende unas pastillas para olvidar.


Los vecinos aseveran que su efecto prolifera, pero yo, no las quise ni probar.


Pastillitas del olvido, tengan el recuerdo vivo, de la noche que la ví bailar.


Se movía como loca, inestable y caprichosa, y era triste como mi ciudad, como mi ciudad.


Y yo, que te dí todas mis noches, a vos. Sin lamentos ni reproches.


Te dí, en las noches y los días, mis mejores melodías, en las horas más tremendas de mi vida.


Yo te espero todavía, yo creo que el olvido es una fantasía.


Y así, destinado a padecerte, sigo loco como siempre, inventando lo que sea para verte. ]


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