Labyrinthe privé, merveille du monde.

martes, 24 de enero de 2012

Sonata.

Ahora mientras escribo, mi vecina toca el piano.



Abrí bien la ventana, para poder escucharla.



Me hace felíz, y me transmite sentimientos, el simple hecho de escuchar sus canciones.



Siempre admiré a la gente que con un instrumento, transmitía tantas cosas.



Paz, amor, tristeza, todo eso, con una canción.



Y siempre quise ser como ellos.



Transmitir, y dar algo, a través de mi propia habilidad.



Siempre que escuchaba a alguien tocar, pensaba eso.



Pero, instrumentos no sé tocar.



Alguna vez aprendí a tocar la guitarra, y se me decía que tenía un don para aprender.



Pero lo dejé, como muchas otras actividades en mi vida.



Canto, sí.



Pero cuando estoy sola.



Cuando trato de cantar en frente de otras personas, siempre me salen balbuceos.



Quisiera algún día transmitir todo lo que los demás me transmiten.



Dibujando, escribiendo, cantando, lo que sea.



El arte está para quien quiera apreciarlo, amarlo, sentirlo.





No hay comentarios:

Publicar un comentario