Y yo crecí, crecí en un mundo de fantasías.
Crecí creyendo que un día iba a caer por un agujero sin fin.
Crecí creyendo que los conejos me hablaban.
Crecí creyendo que la hora del té era todo el día.
Crecí creyendo que estaba bien estar loco, todos lo estamos.
Crecí creyendo que las orugas tenían palabras sabias.
Crecí creyendo que los hongos tenían magia.
Crecí queriendo ser Alicia, con un vestido celeste y zapatos negros.
Mi infancia se vio reflejada, en una simple fantasía que consiste de dos libros.
Y llevo atada a ellos una parte de mí.
PD: todavía sigo tomando el té religiosamente.
Crecí creyendo que un día iba a caer por un agujero sin fin.
Crecí creyendo que los conejos me hablaban.
Crecí creyendo que la hora del té era todo el día.
Crecí creyendo que estaba bien estar loco, todos lo estamos.
Crecí creyendo que las orugas tenían palabras sabias.
Crecí creyendo que los hongos tenían magia.
Crecí queriendo ser Alicia, con un vestido celeste y zapatos negros.
Mi infancia se vio reflejada, en una simple fantasía que consiste de dos libros.
Y llevo atada a ellos una parte de mí.
PD: todavía sigo tomando el té religiosamente.


Quién pudiera detener el tiempo y tomar el té por el resto de la eternidad con tus amigos.
ResponderEliminarSí sí, suena muy lindo.
Si tan sólo se pudiera, pero bueno, atesoro esos momentos.
ResponderEliminar