
Las chicas, todas tan bonitas. Algunas, femeninas, agraciadas. Otras, con un tono de soberbia, y esa agresividad que se puede considerar hasta graciosa. Y, es que, las chicas tienen todas una cierta gracia, un secretito dentro de la mirada, un brillo pícaro y coqueto que se esconde tras montañas de cortesía, mala educación, o algún otro detalle o característica personal.
Y no hay límite para los encantos femeninos. Están las miradas, las sonrisas, los cruces de piernas, las risas (siempre esconden algo detrás. Siempre.), y otro montón de gestitos que, para aquellos no conocedores, pueden pasar inadvertidos. Pero nunca para aquellos que se fijan con admiración y anhelo, aquellos que ven, todo ese encanto que se puede presentar en una chica, por más simple que sea la fémina en cuestión.
Sus perfumes, sus cabellos, sus manos, y sus voces. Todo de una lady, grita vulnerabilidad, delicadeza, ternura, belleza.
Cuando se comportan simpáticas, en frente de gente que quieren agradar. Cuando se comportan caprichosas, ante algún disgusto. Cuando se comportan solemnes y desdichadas, ante alguna tragedia. Cuando se comportan insolentes, ante algún reproche. Cuando se comportan tiernas ante algún amante. Cuando se comportan desinteresadas ante algún comentario aburrido a su parecer. Cuando se comportan divertidas, ante la perspectiva de alguna travesura.
Sí, tienen muchas facetas, muchas expresiones, muchas características, y una chica, es una en un millón de chicas diferentes, individuales, y únicas.
Y es por eso, y por muchísimas cosas más, que no puedo ver la vida sin ellas, damas de inspiración, amigas confidentes, novias tiernas, bellezas que provocan suspiros de mi boca.

♥

Y no hay límite para los encantos femeninos. Están las miradas, las sonrisas, los cruces de piernas, las risas (siempre esconden algo detrás. Siempre.), y otro montón de gestitos que, para aquellos no conocedores, pueden pasar inadvertidos. Pero nunca para aquellos que se fijan con admiración y anhelo, aquellos que ven, todo ese encanto que se puede presentar en una chica, por más simple que sea la fémina en cuestión.
Sus perfumes, sus cabellos, sus manos, y sus voces. Todo de una lady, grita vulnerabilidad, delicadeza, ternura, belleza.
Cuando se comportan simpáticas, en frente de gente que quieren agradar. Cuando se comportan caprichosas, ante algún disgusto. Cuando se comportan solemnes y desdichadas, ante alguna tragedia. Cuando se comportan insolentes, ante algún reproche. Cuando se comportan tiernas ante algún amante. Cuando se comportan desinteresadas ante algún comentario aburrido a su parecer. Cuando se comportan divertidas, ante la perspectiva de alguna travesura.
Sí, tienen muchas facetas, muchas expresiones, muchas características, y una chica, es una en un millón de chicas diferentes, individuales, y únicas.
Y es por eso, y por muchísimas cosas más, que no puedo ver la vida sin ellas, damas de inspiración, amigas confidentes, novias tiernas, bellezas que provocan suspiros de mi boca.

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