Si tu lejanía se acerca, mis líneas v i b r a n.
Este no es el juego del gato y el ratón,
me temo que, si yo fuese ese ratón, no tendría miedo, ni huiría.
Simplemente miraría al gato a los ojos,
me preguntaría qué hay detrás del instinto asesino y la indiferencia hacia el dolor ajeno.
Frialdad y distintos matices de gris, y un permanente olor a algo que se asemeja a jazmines.
Y las mentiras se encuentran con las verdades y con las palabras no dichas.
Me guardé una lágrima tuya en el bolsillo, vos también sentiste lo que yo siento.
Aún así, nunca descifré tus silencios, y tus canciones a veces tampoco.
Si te doy la mano, es porque creo que dos cuerpos unidos, ocupan más vacío.
Un cuarto vacío no es tan vacío, si las miradas se entrelazan.
Si las energías se conectan.
Y tu rojo se mezcla con mi azul, hagamos un violeta.
Desgraciadamente, nunca vamos a hacer ni un rosa, ni un celeste, ni un verde.
Y mucho menos, un amarillo.
Yo sé, que en tu armario escondiste varios fantasmas, y una que otra bicicleta rota.
Nunca lo vas a decir, y algo que no parás de decir, es que quizá yo debería dejar de soñar.
No voy a poner los pies en la Tierra, hace mucho frío ahí.
Y sin embargo, vos viviste tanto tiempo en ese frío, que los pies se te enterraron en él.
Si te doy la mano, mis alas se cortan.
Si no te doy la mano, el vacío se agranda.
Es por eso, que somos gato y ratón.
Tira y afloja.
Azul y rojo.
Pero, eso no va a evitar que yo rompa algunas leyes de la naturaleza.
Danzaremos bajo arcoiris,
y encontraremos un punto medio entre la Tierra y el cielo,
el frío y el calor.

[ Hoy, dáme un poco más, quiero intoxicarme en vos. ]
Este no es el juego del gato y el ratón,
me temo que, si yo fuese ese ratón, no tendría miedo, ni huiría.
Simplemente miraría al gato a los ojos,
me preguntaría qué hay detrás del instinto asesino y la indiferencia hacia el dolor ajeno.
Frialdad y distintos matices de gris, y un permanente olor a algo que se asemeja a jazmines.
Y las mentiras se encuentran con las verdades y con las palabras no dichas.
Me guardé una lágrima tuya en el bolsillo, vos también sentiste lo que yo siento.
Aún así, nunca descifré tus silencios, y tus canciones a veces tampoco.
Si te doy la mano, es porque creo que dos cuerpos unidos, ocupan más vacío.
Un cuarto vacío no es tan vacío, si las miradas se entrelazan.
Si las energías se conectan.
Y tu rojo se mezcla con mi azul, hagamos un violeta.
Desgraciadamente, nunca vamos a hacer ni un rosa, ni un celeste, ni un verde.
Y mucho menos, un amarillo.
Yo sé, que en tu armario escondiste varios fantasmas, y una que otra bicicleta rota.
Nunca lo vas a decir, y algo que no parás de decir, es que quizá yo debería dejar de soñar.
No voy a poner los pies en la Tierra, hace mucho frío ahí.
Y sin embargo, vos viviste tanto tiempo en ese frío, que los pies se te enterraron en él.
Si te doy la mano, mis alas se cortan.
Si no te doy la mano, el vacío se agranda.
Es por eso, que somos gato y ratón.
Tira y afloja.
Azul y rojo.
Pero, eso no va a evitar que yo rompa algunas leyes de la naturaleza.
Danzaremos bajo arcoiris,
y encontraremos un punto medio entre la Tierra y el cielo,
el frío y el calor.

[ Hoy, dáme un poco más, quiero intoxicarme en vos. ]
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