Labyrinthe privé, merveille du monde.

viernes, 29 de abril de 2011

La fille de poil colorée.



Cómo no enamorarse de ella?


Cómo evitar caer ante esa trampa horrible y maliciosa que tiende?


La odio, odio enamorarme de ella cuando la veo.


De esos ojos verdes, que me recuerdan a un edén.


De ese pelo, rizos naranjas hechos de Sol.


De esa sonrisa, esa sonrisa que detesto, que termina en risitas aún más detestablemente melodiosas, como pajaritos, que experimentan la alegría única de volar.


De sus estúpidas pecas, nunca me gustaron los lunares, y sus pecas me encantan.


De su voz, esa voz manipuladora que al decir mi nombre me hace olvidarme de todo.


De sus manos, y la desagradable manera que tienen de agarrarme con esa ternura las mías,

con esa suavidad.


De sus caricias, odio sus caricias, y odio cómo mi piel las busca.


De sus abrazos, esa calidez que se deshace sobre mi cuerpo inútil y rígido.


De sus vestidos, sus zapatillas, sus aros, tan de ella que me exasperan.


De sus llantos y tristezas, que me duelen hasta el alma, y sin embargo,

no hay nada más hermoso que su fragileza, esa mirada que me rompe el corazón,

que me vuelve estúpidamente vulnerable.


De sus besos, odio sus besos, con boca de frutilla, delicadeza de niña - mujer.


De sus gustos, tan particulares, tan ella, tan interesantes, tan asquerosamente ella.


De cómo se ríe ante todas las estupideces que digo,

y cómo se pone de seria ante todas las estupideces que hago.


De cómo perdonó siempre que yo fuera tan odiosa.


De su letra, chiquita y pulcra, y tan poco parecida a la mía.


De la forma en la que se entusiasma por cualquier tontería de una manera infantil,

casi como si la inocencia aniñada no hubiese muerto nunca.


De cómo ya no puedo ir al jardín botánico, al jardín japonés, pasar por esa esquina,

sin acordarme de ella.


De los besos que me da en el cuello, y la forma estúpida en la que se me acelera el corazón.


De cómo ya, estoy tan enferma con su imagen en mi cabeza, que solamente escribo cartas para ella, que escucho canciones y todas se tratan de ella, que veo películas y quiero que ella esté a mi lado y las vea conmigo y las comentemos.


Del hecho de que sea tan querible.


Odio el hecho de amarla tanto.


Odio el hecho de que en realidad,

cuando se trata de ella, no hay nada que odiar.




[ Toi as eté, celui qui a parfumé ma vie avec un sommeil de fleur.


Je sais que je suis un peu immature, mais elle est cette,

la manière dans laquelle j'entends l'amour. ]

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