Tomando escuelas.

Primer día de la toma del Fernando Fader. Comenzó a las seis de la tarde, según me dijeron.
Las cosas se empezaron con ánimo. La organización a mi gusto estuvo bastante bien. Escuché de parte de compañeros que a comparación de las tomas anteriores en las cuales estuvieron, las cosas ahora están mejor organizadas y mejor ejecutadas. Espero que esto sirva de algo.
Ayudé a pintar y lijar un aula. Que según escuché, está terminada. Oh felicidad.
Se pintaron banderas, se limpiaron aulas, se pintaron y lijaron paredes, se empezaron las actividades, todo con rapidez y ganas.
Siempre hay algún boludo que está para estorbar, a esos, les digo que se pongan las pilas o se vayan.
Las asambleas se dieron cada una hora creo, y me parece un poco excesivo. Eso cansa a los que van dejando de asistir. Al menos, a mí me cansa. Yo fui a dos este día, y después decidí que ya estaba lo suficiente 'asambleada'. Me fuí a las cuatro de la tarde, habiendo entrado a las 7 casi 8.
En la puerta los chicos de seguridad se mantuvieron constantes. Me costaba un huevo decirles mi apellido y mi nombre que siempre dudaban al escribir.
Mi mamá tiene un poco de aversión a que me quede a dormir (mentira, odia la idea con toda su alma). Estando de acuerdo con la toma cien por ciento, insiste igualmente en que tiene miedo de que a la noche se hagan represalias, como bien se sabe que hacen los cobardes en contra de nuestras manifestaciones. Pero tengo plena confianza en que esto no será así. No sé en qué se basa, sólo lo creo. Será la confianza innata hacia una humanidad que demostraron no tener? No lo sé.
Quiero llevar un diario discreto en algún punto de todo lo que va pasando en esta toma. Sé que no soy la única ni la que mejor escribe, pero quiero dejar algo registrado que diga lo que veo y lo que pienso del día a día de esta lucha constante que mis compañeros y yo insistimos en hacer.
Espero que estos tan aclamados medios de comunicación sirvan de algo. Gracias.

Julieta.