Quiero dormir para siempre, y no ver a nadie más. No porque quiera soñar para siempre, porque mis sueños también están llenos de gente de mierda que me lastima, que me ignora, que me hiere. No. Quiero tener la mente muerta, apagada, en blanco, como ya la tengo incluso ahora, despierta, y totalmente conciente. Quiero dejar de caminar por mi casa, por la calle, y por la escuela, buscando cosas que nadie tiene ni nadie me ofrece, esperando a que alguien SE DÉ CUENTA DE ALGO, a que la gente deje de ser ciega, de ignorarme, de creer todas las excusas patéticas que les doy cuando me preguntan cómo estoy, que dejen de hacerse los boludos cuando VEN cosas OBVIAS. Quiero dejar de ser un zombie, de esos que te miran pero no te ven, te escuchan pero no te interpretan, y se comunican pero nunca te hablan.
Pero obviamente, lo que yo quiero, está lejos de pasar. Nunca pasa. Nunca, nunca. Porque a nadie le importa lo que yo quiero. Yo misma me rendí, yo misma dejé de buscarlo, yo misma dejé de pelear y de tratar de conseguir todas aquéllas cositas que quiero, necesito, y me importan. Y ahora, si hay algo que yo quiero, es morirme.
Sí, quiero morirme. No quiero seguir usando una vida que no tiene ningún propósito, una vida a la que la gente no le interesa, una vida que es UNA MIERDA.
Si ni siquiera yo misma me importo, por qué carajo le tengo que importar a alguien más?
Si ni yo misma me quiero, me necesito, me respeto, se supone que deba inspirar amor, necesidad, o respeto en otras personas?
Si yo me quiero morir, por qué iba alguien a darse cuenta de que no vivo?
Como ya no quiero vivir, tampoco necesito hacer cosas de gente viva. Le dejo eso a la gente que seguirá viviendo. Por mi parte, no necesito estar viva. No necesito hacer cosas interesantes, ni ver gente, ni comer, ni entretenerme, ni divertirme, ni sentirme bien. Lo único que está siempre en mi mente, es el odio y el impulso de acabar conmigo misma el que me nubla, el que me absorbe. Siempre estoy cansada, siempre dormir parece una buena forma de olvidar, de no pensar, de no dar explicaciones. Me sigue sorprendiendo que tenga las ganas de escribir. O el coraje de dejar que la poca gente (sino inexistente) que entra a este blog fantasma, lea esto, y se de cuenta de que soy la persona más inútil, más horriblemente sombría y vacía del planeta Tierra. Pero escribir es la única forma que tengo de expresar todos esos pensamientos pérfidos que tengo, ese vacío inmenso que se aloja dentro de mi cuerpo, y esa sensación de abandono e inutilidad. Porque a nadie más debe, ni parece, ni tendría que importarle.
domingo, 20 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Debo ser quien menos te importa que te lo diga, pero paso por este blog casi todos los días, y me importa.
ResponderEliminar