Labyrinthe privé, merveille du monde.

martes, 14 de febrero de 2012

Run away, away from nothing, escaping from nothing town, nothing town is here.


Me quiero escapar de todo, sabés?
Hay días que no soporto nada.
Hay días que hasta mi propio cuerpo,
es una prisión, y quiero escapar de él.
Quiero escapar de todos y de todo.
Del tiempo, del colegio.
De la gente, del día y de la noche.
Quiero esconderme en un lugar,
que nadie conozca,
quiero correr, y huir de mí.
Huir de mi mente, huir de todos mis miedos.
De mis inseguridades, y de mí.
Me pregunto si alguien conocerá,
este sentimiento de que ni siquiera tu propio cuerpo
te pertenece, ni siquiera es algo acogedor.
Ni tu propia identidad te completa.
No sé por qué me volví como soy,
no sé si estoy deprimida o simplemente aburrida.
No sé cómo remediar este sentimiento,
y querer dejar de correr y de no volver nunca más.
Si no volviera nunca más, el mundo seguiría girando.
La gente seguiría viviendo, el puto mundo seguiría girando.
Y yo hubiera encontrado ese lugar que me pertenece?
Quizá no me pertenece nada, y quizá debería seguir,
seguir corriendo toda la vida, nunca parar.
Y llorar no me va a desatar este nudo en el estómago,
y dejar de comer tampoco lo va a hacer,
y quizá todo lo que quiero es reírme hasta llorar,
dormirme y que mañana todo se haya ido,
las ganas de correr sin saber a dónde,
el nudo en el estómago que me hace doler,
el miedo de ver a mis amigos,
todo se haya ido para mañana.

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